Sandie of the lovely blog, Crumbs of Love, was our November hostess. Sandie challenged us to make a traditional Italian dessert, along with its American version – Sfogliatelle (or better known in the US – lobster tails!) The flakey, 1000 layers of super thin dough, shaped into a horn and filled with a scrumptious filling. Così buono!


A pesar del reto que nos puso Sanie, también ofreció la posibilidad de hacer sfogliatelle frolle. Yo escogí esta última porque me era más rápido y teniendo una peque de 2 años, no siempre encuentras el tiempo para ponerte a estirar pasta como si no hubiese un mañana, hasta conseguir que la pasta sea casi transparente.

Me he quedado con las ganas de hacer la sfogliatelle ricci, pero será en otro momento. Quizás cuando mi pequeña no requiera tanta atención las 48 horas del día... ah!, no, perdón, que el día sólo tiene 24 horas... jajajaja.

Otra de las cosas que teníamos que hacer era el queso ricotta para el relleno y las pieles de naranja confitadas. Yo hice sólo la ricotta porque tenía naranja confitada que compré en Barcelona hace mucho tiempo y había que gastarla ya, sí o sí.


Ingredientes y preparación de la ricotta: los encontrarás aquí, en un post anterior de las Daring Cooks donde lo explico detalladamente.

Ingredientes y preparación del relleno:
250 ml leche
115 gr azúcar
115 gr sémola muy fina
375 gr ricotta
2 yemas de huevo
2 c/s agua de azahar
1 c/c canela molida
60 gr naranja confitada
Piel rallada de 1 limón

En una olla mediana mezcla la leche y el azúcar. Llévalo a ebullición, baja el fuego y añade poco a poco la sémola, removiendo rápidamente con unas varillas para que no se hagan grumos.

Cuece la sémola removiendo a menudo, hasta que la mezcla espese (unos 2 minutos).

Extiende la mezcla sobre un papel de hornear, de modo que quede una capa muy fina, y déjala enfriar.

Cuando haya enfriado ponla en el bol de la amasadora (accesorio de pala... también puedes usar un procesador de alimentos), añade la ricotta, las yemas de huevo, el aguaza de azahar y la canela. Mezcla todo hasta que quede suave y cremoso.

Añade la naranja confitada cortada en trocitos y la piel rallada del limón.

El relleno lo puedes hacer con anterioridad si no te da tiempo a hacer todo el mismo día. Aguanta unos 3 días en la nevera. Lo pondremos en un tupper, lo taparemos con papel film, haciendo que quede toque la mezcla del relleno y pondremos la tapa.


Pasta frolla y preparación de los sfogliatelle:
325 gr harina de repostería
75 gr azúcar
4 gr sal
115 gr mantequilla fría
2 huevos grandes batidos

Para pintarlos:
1 huevo batido
1 pellizco de sal

Mezcla la harina, el azúcar y la sal en un bol. Saca la mantequilla de la nevera, córtala en trocitos y añádela al bol. Empieza a frotar la mantequilla con la harina, usando la punta de tus dedos, hasta que quede todo de una consistencia arenosa. Tiene que ser rápido para que no se caliente demasiado (se completa en 1 ó 2 minutos). Añade los huevos y mézclalos bien con un tenedor hasta que la masa comience a unirse. Vuelca el contenido sobre la mesa de trabajo y amasa unas cuantas veces. Forma una bola, envuélvela en film transparente y enfríala hasta que esté firme (yo la hice de un día para otro).

Prepara el relleno y enfríalo (yo también lo preparé de un día para otro).

En un cuenco bate el huevo con el pellizco de sal para pintar los sfogliatelle.

Divide la masa en 10 piezas iguales. Estira cada pieza en un rectángulo. Pon una cucharada de relleno en la mitad inferior del rectángulo. Cierra el rectángulo y sella los bordes (como cuando haces un ravioli). Usa un cortador para cortar el sobrante de masa y darle buena forma. Puedes darle cualquier otra forma que creas conveniente.

Pon los sfogliatelle en una bandeja forrada con papel de hornear y refrigéralos durante 2 horas (me acabo de dar cuenta de que me salté este paso... o sea, que yo los metí directamente en el horno; aunque mi masa estaba bien fría porque había estado más de 24 horas en la nevera).

Precalentar el horno a 190º C

Pinta cada sfogliatelle con el huevo. Horneamos durante 20 minutos, hasta que la masa esté hecha y estén dorados.

Cuando estén listos los sacamos del horno y los dejamos enfriar sobre una rejilla.

A disfrutarlos!!!